Multa de 1.490 millones por bloquear anuncios de sus rivales
La comisaria de Competencia europea, Margrethe Vestager, acaba de anunciar una multa de 1.490 millones a Google por abusar de su posición dominante y bloquear los anuncios de sus competidores en sus búsquedas.
La Comisión Europea ha impuesto este miércoles su tercera multa a Google en menos de dos años. Tras las sanciones por violación de las leyes antimonopolio para proteger y expandir su dominio en búsquedas por internet (4.340 millones de euros el pasado julio) y los 2.420 millones por abuso de posición dominante es su servicio de comparación de compras (en junio de 2017), la comisaria Margrethe Vestager ha anunciado un nuevo castigo por su negocio de publicidad (Ad Sense).
El año pasado Bruselas consideró probado que Google cometió todo tipo de ilegalidades para proteger y expandir su posición dominante en búsquedas de Internet imponiendo una batería de restricciones injustificadas y condiciones ilegales a los fabricantes de dispositivos que usan sistemas Android y a las operadoras. La Comisión tenía abierta la investigación en el mercado de la publicidad desde 2016, pues los técnicos tenían claro que Google abusaba de su poder para proteger su estatus privilegiado, evitando que «potenciales competidores, incluyendo a otros buscadores y plataformas de publicidad online, acceder y crezcan en esta importante área comercial».
Hoy, según Bruselas, eso ha quedado probado. Los datos indican que Google es, de lejos, el actor más potente en la intermediación de publicidad en búsquedas on line en el Espacio Económico Europeo (EEE), con una cuota de mercado superior al 70% de 2006 a 2016. La cifra en lo que se refiere a búsquedas llega al 90% en los mercados nacionales para la búsqueda general y es superior al 75% en la mayoría de los mercados nacionales para la publicidad de búsqueda en línea.
Cuando un usuario usa el buscador de Google y teclear algo, no sólo aparecen resultados sino también publicidad relacionada. Rivales como Microsoft y Yahoo no pueden vender espacios publicitarios en las páginas de resultados de los motores de búsqueda de Google. «Por lo tanto, los sitios web de terceros representan un importante punto de entrada para que estos otros proveedores de servicios de intermediación de publicidad de búsqueda en línea hagan crecer su negocio e intenten competir con Google», dice Bruselas. Esa relación se hace mediante contratos individuales. La Comisión, en los últimos tres años, ha revisado cientos de acuerdos de este tipo y ha descubierto numerosas irregularidades.
Para empezar, que a partir de 2006, «Google incluyó cláusulas de exclusividad en sus contratos», lo que implicaba prohibiciones «a los editores de colocar anuncios de búsqueda de los competidores en sus páginas de resultados de búsqueda». Incluyendo periódicos, blogs y otros.
Además, a partir de marzo de 2009, Google «comenzó gradualmente a reemplazar las cláusulas de exclusividad por las denominadas cláusulas de «Colocación Premium»», que requerían que los editores de publicaciones «reservaran el espacio más rentable en sus páginas de resultados de búsqueda para los anuncios de Google y solicitar un número mínimo de anuncios de Google»; impidiendo a los competidores presentar batalla.
Igualmente, a partir de marzo de 2009 también, Google también incluyó cláusulas que exigían a los editores que buscaran la aprobación por escrito de Google antes de realizar cambios en la forma en que se mostraban los anuncios rivales. «Esto significaba que Google podía controlar lo atractivo que podían ser los anuncios de búsqueda de la competencia y, por lo tanto, hacer clic en ellos», explica la Comisión.
«Cada año hacemos miles de cambios a nuestros productos, guiados por los comentarios de nuestros colaboradores y usuarios. En los últimos años también hemos realizado cambios (en Google Shopping, Android y aplicaciones móviles, y en AdSense for Search) respondiendo directamente a las preocupaciones manifestadas por la Comisión Europea. Desde entonces hemos prestado mucha atención a los comentarios que hemos ido recibiendo, tanto de la propia Comisión Europea como de otros. Como resultado, durante los próximos meses haremos nuevas actualizaciones de nuestros productos en Europa», explicaban fuentes de la compañía esta semana.
La de hoy, en todo caso, tampoco se espera que sea la última medida. Hay otros «ejes verticales» de la empresa, otros servicios de comparación, etc, que levantan muchas sospechas.
FUENTE: EL MUNDO