El recurso del cuñado del Rey carece de «especial trascendencia constitucional para ser admitido», según el alto tribunal.     Iñaki Urdangarin ha visto en las últimas horas cómo se hundía el tablón salvavidas al que trataba de aferrarse para, al menos temporalmente, salir de la prisión de Brieva (Ávila), donde permanece desde el 18

Reafirma que concurre el requisito de violencia en el delito de rebelión y que los datos de Hacienda coinciden con los indicios de delito de malversación recogidos en su investigación. Rechaza que los miembros de la Mesa del Parlament procesados por desobediencia tuviesen inviolabilidad parlamentaria ya que fueron “mero instrumento de una actuación delictiva”.